**********CAPITULO
04***********
Gonzalo se había
quitado el embozo y la capucha, él y Sátur avanzaban sobre los
caballos por el amplio camino, iban tranquilamente, pero de pronto
Sátur sintió un escalofrío.
-Gonzalo: ¿Que ocurre
Sátur?.
-Sátur: Nada ¿por que lo pregunta amo?.
-Gonzalo: Por que te he visto dar un respingo.
-Sátur: Amo, usted se da cuenta de todo.
-Gonzalo: Solo soy observador ¿Que te ha echo dar ese respingo?.
-Sátur: Nada amo, solo es que he tenido un escalofrío.
-Gonzalo: Entiendo, bueno pronto llegaremos a casa.
-Sátur: Si que bien.
Comenzó a oscurecer entonces Gonzalo y Sátur buscaron un lugar donde poder pasar la noche, tras un rato buscando al fin encontraron un lugar donde poder pasar la noche, era una pequeña casa de madera.
-Sátur: Oh mire amo.-Dijo este mientras señalaba hacia la pequeña casa.
-Gonzalo: Podría ser un buen lugar donde pasar la noche, pero antes de nada debemos asegurarnos de que esta abandonada.
-Sátur: Pues acerquémonos amo.
-Gonzalo: No Sátur, tu espera aquí y vigila a los caballos yo iré a comprobar.
-Sátur: Tss esta bien amo.
Gonzalo se puso la capucha y el embozo y caminó hacia la casa, al llegar miró por la pequeña ventana y allí solo vio oscuridad, así que decidió acercarse a la puerta, tocó a esta y nadie respondió, así que empujó la puerta y esta se abrió rápidamente.
-Águila: ¿Hay alguien?.
Nadie respondió así que Águila entró a la casa, encendió la antorcha que llevaba con él y comenzó a inspeccionar la casa.
Tras unos minutos Águila salió de la casa y se quitó el embozo.
-Gonzalo: ¡Sátur!
Este miró hacia su amo.
-Gonzalo: ¡Ven!.
Sátur comenzó a caminar hacia la casa, al llegar miró a su amo.
-Sátur: ¿Esta vacía?.
-Gonzalo: Si y me atrevería a decir que lleva varios meses abandonada.
-Sátur: ¿Vamos a pasar la noche aquí?.
-Gonzalo: Si, pero mete los caballos dentro.
-Sátur: ¿Por que?.
-Gonzalo: No quiero que les pase nada, ni que los pueda robar alguien.
-Sátur: Esta bien amo.
Sátur agarró las riendas de los dos caballos y tiró de ellos hasta dentro de la casa, una vez todos dentro de la casa, Gonzalo agarró un palo que había allí y atrancó la puerta.
-Gonzalo: Así estaremos mas seguros y para no llamar mucho la atención no encenderemos fuego, así nadie sabrá que estamos aquí dentro.
-Sátur: Esta bien amo.
Gonzalo se acercó a su caballo y de las alforjas sacó dos trozos de carne seca, una se lo dio a Sátur y el otro se lo quedó él.
Los dos hombres se encontraban sentados en el suelo acabando de comer cuando de pronto se oyó un fuerte golpe en la puerta de la casa.
-Sátur: ¿Que ha sido eso amo?.
-Gonzalo: No lo se Sátur, pero no hables ni hagas ruido.
Sátur se quedó callado mirando hacia la puerta, Gonzalo se puso el embozo y se acercó a la puerta.
-Águila: ¿Quien anda ahí?.
Nadie respondió pero si que pudo oír una respiración.
-Águila: Te oigo respirar así que contestame ¿quien eres?.
Nadie respondió pero se oyó otro golpe.
-Sátur: Ay amo, esto me esta dando muy mala espina.
-Águila: Shh Sátur.
Se oyeron pisadas y un par de golpes mas fuertes en la puerta.
-Sátur: ¿Que es eso amo?.
-Águila: No lo se, pero es enorme, nada mas hay que oír su respiración.
-Sátur: ¿Que?.
-Águila: Sátur trata de estar callado.
Sátur se tapó la boca con las manos, en sus ojos se notaba el miedo que estaba sintiendo mucho miedo.
Águila se acercó mas a la puerta y miró por una grieta que había en ella.
-Águila: Veo a alguien.
-Sátur: ¿Quien es?.
-Águila: No lo se Sátur no alcanzo a ver su cara, pero es muy grande y por los ropajes que lleva parece un pordiosero.
-Sátur: Amo...
Un alarido interrumpió a Sátur, este se llevó las manos a la cabeza y muy asustado dijo:
-Sátur: ¿Que ha sido eso amo?.
-Águila: No lo se.-Dijo este mientras se acercaba a la puerta de nuevo.
-Sátur: No amo no se acerque.
-Águila: Shh, creo que es inofensivo. Creo que es un pobre hombre que duerme aquí.
-Sátur: ¿Pobre hombre? ¿pero ha oído su alarido?.
-Águila: Es un hombre gigante, pero es inofensivo Sátur, creo que él solo esta asustado por que le hemos quitado su casa. Voy a salir a intentar hablar con él.
-Sátur: No amo, no vaya.
-Águila: Tranquilo Sátur, que no va a ocurrir nada.
-Sátur: No estoy yo tan seguro.
Águila desatrancó la puerta, la entreabrió y salió cerrando la puerta tras de si.
Fuera Águila se encontró con un hombre de mas de dos metros.
-Águila: ¿Que ocurre?.
-Hombre: Estas en mi casa.
-Águila: Perdona, no sabia que vivía alguien aquí.
-Hombre: Pues vivo yo.
-Águila: Esta bien, ahora mismo nos vamos.
-Hombre: No hace falta, podéis pasar la noche aquí, pero dejame entrar.
-Águila: Claro que si.
Los dos pasaron a la casa, el hombre de mas de dos metros tuvo que agacharse para entrar por la puerta, Sátur al ver a aquel hombre tan grande se quedó parado mirando con los ojos como platos.
-Sátur: Pero que...es...eso.-Este se llevó las manos a la cabeza y siguió mirando asombrado.
-Águila: Sátur.
Este no respondía.
-Águila: ¡Sátur!.
-Sátur: ¿Que es eso amo?.
-Águila: Pues un hombre.
-Sátur: Pero...pero si es gigante.
-Águila: Venga Sátur deja de mirarlo así, que lo estas incomodando.
-Hombre: Mi nombre es Baltasar. ¿Vosotros quienes sois?.
-Águila: Somos simples viajeros que volvíamos a casa. Mi nombre no te lo puedo decir, ya que te pondría en peligro.
-Baltasar: ¿Eres el Águila Roja?
-Águila: Si.
-Baltasar: He oído hablar de ti en el pueblo, la gente dice que eres un héroe.
-Águila: Exageran, yo solo ayudo a los inocentes que lo necesitan.
-Baltasar: ¿Y el pequeño quien es?.
-Águila: Es mi escudero y sirviente, Sátur.
-Sátur: Oye, oye grandullón a mi no me llames pequeño.
-Baltasar: Jaja es muy gracioso, parece un muñeco.
Baltasar se acercó a Sátur y le dio unos golpecitos en el hombro.
-Sátur: Para de reírte de mi gigante.
-Baltasar: Era una pequeña broma, no era mi intensión molestarte.
-Águila: Venga Sátur no seas tan gruñón, que él solo estaba bromeando, no te tomes las cosas tan enserio.
-Sátur: Tss ya.
-Baltasar: ¿Habéis cenado?.
-Sátur: Poca c...
-Águila: Si hemos cenado.-Interrumpió este.
-Baltasar: Menos mal por que yo no tengo gran cosa para poder comer los tres.
-Águila: No te preocupes por nosotros.
-Sátur: Yo me voy a dormir que me caigo de sueño.
-Águila: Esta bien Sátur.
Sátur se tumbó en el suelo y se tapó con la capa que llevaba, Águila por su parte se quedó hablando con Baltasar.
****
Al día siguiente Águila y Sátur se despidieron de Baltasar y siguieron si camino de vuelta a casa.
Tras unos minutos se pararon en un rio, llenaron las cantimploras y esperaron un poco a que los caballos bebieran, Águila se quitó la capucha y el embozo y se sentó en una piedra.
-Gonzalo: ¡Sátur no te alejes mucho!.
-Sátur: ¡Esta bien amo, y deje de tratarme como a un niño pequeño!.
Gonzalo sonrió y comenzó a pelar una manzana.
Tras unos minutos se oyó un fuerte grito, Gonzalo rápidamente dejó caer la manzana a medio comer y salió corriendo hacia el lugar de donde provenía el grito. Al llegar vio a Sátur quieto mirando al frente con los ojos muy abiertos.
-Gonzalo: ¿Que ocurre Sátur? ¿Por que has gritado de esa manera?.
-Sátur: A...amo, m...mire allí.-Este señaló hacia enfrente.
-Sátur: Nada ¿por que lo pregunta amo?.
-Gonzalo: Por que te he visto dar un respingo.
-Sátur: Amo, usted se da cuenta de todo.
-Gonzalo: Solo soy observador ¿Que te ha echo dar ese respingo?.
-Sátur: Nada amo, solo es que he tenido un escalofrío.
-Gonzalo: Entiendo, bueno pronto llegaremos a casa.
-Sátur: Si que bien.
Comenzó a oscurecer entonces Gonzalo y Sátur buscaron un lugar donde poder pasar la noche, tras un rato buscando al fin encontraron un lugar donde poder pasar la noche, era una pequeña casa de madera.
-Sátur: Oh mire amo.-Dijo este mientras señalaba hacia la pequeña casa.
-Gonzalo: Podría ser un buen lugar donde pasar la noche, pero antes de nada debemos asegurarnos de que esta abandonada.
-Sátur: Pues acerquémonos amo.
-Gonzalo: No Sátur, tu espera aquí y vigila a los caballos yo iré a comprobar.
-Sátur: Tss esta bien amo.
Gonzalo se puso la capucha y el embozo y caminó hacia la casa, al llegar miró por la pequeña ventana y allí solo vio oscuridad, así que decidió acercarse a la puerta, tocó a esta y nadie respondió, así que empujó la puerta y esta se abrió rápidamente.
-Águila: ¿Hay alguien?.
Nadie respondió así que Águila entró a la casa, encendió la antorcha que llevaba con él y comenzó a inspeccionar la casa.
Tras unos minutos Águila salió de la casa y se quitó el embozo.
-Gonzalo: ¡Sátur!
Este miró hacia su amo.
-Gonzalo: ¡Ven!.
Sátur comenzó a caminar hacia la casa, al llegar miró a su amo.
-Sátur: ¿Esta vacía?.
-Gonzalo: Si y me atrevería a decir que lleva varios meses abandonada.
-Sátur: ¿Vamos a pasar la noche aquí?.
-Gonzalo: Si, pero mete los caballos dentro.
-Sátur: ¿Por que?.
-Gonzalo: No quiero que les pase nada, ni que los pueda robar alguien.
-Sátur: Esta bien amo.
Sátur agarró las riendas de los dos caballos y tiró de ellos hasta dentro de la casa, una vez todos dentro de la casa, Gonzalo agarró un palo que había allí y atrancó la puerta.
-Gonzalo: Así estaremos mas seguros y para no llamar mucho la atención no encenderemos fuego, así nadie sabrá que estamos aquí dentro.
-Sátur: Esta bien amo.
Gonzalo se acercó a su caballo y de las alforjas sacó dos trozos de carne seca, una se lo dio a Sátur y el otro se lo quedó él.
Los dos hombres se encontraban sentados en el suelo acabando de comer cuando de pronto se oyó un fuerte golpe en la puerta de la casa.
-Sátur: ¿Que ha sido eso amo?.
-Gonzalo: No lo se Sátur, pero no hables ni hagas ruido.
Sátur se quedó callado mirando hacia la puerta, Gonzalo se puso el embozo y se acercó a la puerta.
-Águila: ¿Quien anda ahí?.
Nadie respondió pero si que pudo oír una respiración.
-Águila: Te oigo respirar así que contestame ¿quien eres?.
Nadie respondió pero se oyó otro golpe.
-Sátur: Ay amo, esto me esta dando muy mala espina.
-Águila: Shh Sátur.
Se oyeron pisadas y un par de golpes mas fuertes en la puerta.
-Sátur: ¿Que es eso amo?.
-Águila: No lo se, pero es enorme, nada mas hay que oír su respiración.
-Sátur: ¿Que?.
-Águila: Sátur trata de estar callado.
Sátur se tapó la boca con las manos, en sus ojos se notaba el miedo que estaba sintiendo mucho miedo.
Águila se acercó mas a la puerta y miró por una grieta que había en ella.
-Águila: Veo a alguien.
-Sátur: ¿Quien es?.
-Águila: No lo se Sátur no alcanzo a ver su cara, pero es muy grande y por los ropajes que lleva parece un pordiosero.
-Sátur: Amo...
Un alarido interrumpió a Sátur, este se llevó las manos a la cabeza y muy asustado dijo:
-Sátur: ¿Que ha sido eso amo?.
-Águila: No lo se.-Dijo este mientras se acercaba a la puerta de nuevo.
-Sátur: No amo no se acerque.
-Águila: Shh, creo que es inofensivo. Creo que es un pobre hombre que duerme aquí.
-Sátur: ¿Pobre hombre? ¿pero ha oído su alarido?.
-Águila: Es un hombre gigante, pero es inofensivo Sátur, creo que él solo esta asustado por que le hemos quitado su casa. Voy a salir a intentar hablar con él.
-Sátur: No amo, no vaya.
-Águila: Tranquilo Sátur, que no va a ocurrir nada.
-Sátur: No estoy yo tan seguro.
Águila desatrancó la puerta, la entreabrió y salió cerrando la puerta tras de si.
Fuera Águila se encontró con un hombre de mas de dos metros.
-Águila: ¿Que ocurre?.
-Hombre: Estas en mi casa.
-Águila: Perdona, no sabia que vivía alguien aquí.
-Hombre: Pues vivo yo.
-Águila: Esta bien, ahora mismo nos vamos.
-Hombre: No hace falta, podéis pasar la noche aquí, pero dejame entrar.
-Águila: Claro que si.
Los dos pasaron a la casa, el hombre de mas de dos metros tuvo que agacharse para entrar por la puerta, Sátur al ver a aquel hombre tan grande se quedó parado mirando con los ojos como platos.
-Sátur: Pero que...es...eso.-Este se llevó las manos a la cabeza y siguió mirando asombrado.
-Águila: Sátur.
Este no respondía.
-Águila: ¡Sátur!.
-Sátur: ¿Que es eso amo?.
-Águila: Pues un hombre.
-Sátur: Pero...pero si es gigante.
-Águila: Venga Sátur deja de mirarlo así, que lo estas incomodando.
-Hombre: Mi nombre es Baltasar. ¿Vosotros quienes sois?.
-Águila: Somos simples viajeros que volvíamos a casa. Mi nombre no te lo puedo decir, ya que te pondría en peligro.
-Baltasar: ¿Eres el Águila Roja?
-Águila: Si.
-Baltasar: He oído hablar de ti en el pueblo, la gente dice que eres un héroe.
-Águila: Exageran, yo solo ayudo a los inocentes que lo necesitan.
-Baltasar: ¿Y el pequeño quien es?.
-Águila: Es mi escudero y sirviente, Sátur.
-Sátur: Oye, oye grandullón a mi no me llames pequeño.
-Baltasar: Jaja es muy gracioso, parece un muñeco.
Baltasar se acercó a Sátur y le dio unos golpecitos en el hombro.
-Sátur: Para de reírte de mi gigante.
-Baltasar: Era una pequeña broma, no era mi intensión molestarte.
-Águila: Venga Sátur no seas tan gruñón, que él solo estaba bromeando, no te tomes las cosas tan enserio.
-Sátur: Tss ya.
-Baltasar: ¿Habéis cenado?.
-Sátur: Poca c...
-Águila: Si hemos cenado.-Interrumpió este.
-Baltasar: Menos mal por que yo no tengo gran cosa para poder comer los tres.
-Águila: No te preocupes por nosotros.
-Sátur: Yo me voy a dormir que me caigo de sueño.
-Águila: Esta bien Sátur.
Sátur se tumbó en el suelo y se tapó con la capa que llevaba, Águila por su parte se quedó hablando con Baltasar.
****
Al día siguiente Águila y Sátur se despidieron de Baltasar y siguieron si camino de vuelta a casa.
Tras unos minutos se pararon en un rio, llenaron las cantimploras y esperaron un poco a que los caballos bebieran, Águila se quitó la capucha y el embozo y se sentó en una piedra.
-Gonzalo: ¡Sátur no te alejes mucho!.
-Sátur: ¡Esta bien amo, y deje de tratarme como a un niño pequeño!.
Gonzalo sonrió y comenzó a pelar una manzana.
Tras unos minutos se oyó un fuerte grito, Gonzalo rápidamente dejó caer la manzana a medio comer y salió corriendo hacia el lugar de donde provenía el grito. Al llegar vio a Sátur quieto mirando al frente con los ojos muy abiertos.
-Gonzalo: ¿Que ocurre Sátur? ¿Por que has gritado de esa manera?.
-Sátur: A...amo, m...mire allí.-Este señaló hacia enfrente.
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