♦♦♦♦CAPITULO
02♦♦♦♦
Seguía sentada en
el sofá entonces oí que tocaban al timbre, supuse que seria el
repartidor de pizzas, así que me levanté agarré dinero y me dirigí
a abrir la puerta, al llegar abrí la puerta y efectivamente era el
repartidor de pizzas.
-Repartidor: Hola,
aquí tiene su pizza familiar.
-Kim: Hola, muchas
gracias.
-Repartidor: Serán
7,99.
-Kim: Okay un
segundo.
Saqué la cartera de
mi bolsillo y busqué dentro, uh no tenia suelto así que le di un
billete de 10 euros, el repartidor cogió el billete y rebuscó en su
bolsillo para darme el cambio, yo mientras esperaba miraba hacia
fuera, el vecino seguía en el techo arreglando la antena y la calle
estaba desierta, pero al mirar hacia la esquina de enfrente vi a
aquel payaso pelirrojo de nuevo, miré con los ojos bien abiertos
hacia allí y pude ver una sonrisa perturbadora en la cara de aquel
payaso.
-Repartidor: Aquí
tiene su cambio.
Yo estaba
petrificada mirando en dirección al payaso, me daba miedo, enserio
comencé a sentir terror, aquel payaso sonrió mas ampliamente cosa
que me heló la sangre, aparté mis ojos de allí y miré al
repartidor, este estaba mirándome con cara extraña.
-Repartidor:
Señorita ¿esta bien?
-Kim: Em creo que
si.-Le sonreí.
-Repartidor: Aquí
tiene su cambio.
Agarré las monedas
y la pizza, el repartidor se fue, yo me quedé en la puerta mirando y
vi que el repartidor se subía en la moto y pasaba por delante del
payaso sin inmutarse, joder no lo había visto ¿solo yo veo a ese
payaso? Me rasqué los ojos y volví a mirar hacia donde estaba el
payaso, pero allí no había nadie, joder ¿donde ha ido? Miré por
toda la calle y allí no había nadie.
Cerré la puerta de
casa con llave y puse la cadena, también cerré el pestillo de
arriba, suspiré y caminé hacia la cocina, me senté a la mesa, puse
la caja de la pizza sobre la mesa y la abrí, oh que rico olor mm que
hambre, sin esperar mas agarré un trozo de pizza y comencé a
comérmelo feliz.
Al acabar con ese
trozo agarré otro le di un mordisco pero entonces oí que tocaban al
timbre cosa que me extrañó, pero dejé el trozo de pizza en la caja
y caminé hacia la puerta, me asomé a la mirilla y allí no había
nadie, os juro que no había nadie fuera.
No le di mas
importancia a aquello, volví a la cocina y seguí comiendo aquella
deliciosa pizza, tras un rato me había comido media, me entró sed
así que me levanté me dirigí a la nevara y saqué una lata de
refresco de cola, me volví a sentar, abrí la lata y di un sorbo, la
dejé sobre la mesa y seguí comiéndome la pizza, tras un rato acabé
de comer, así que tiré la caja y la lata a la basura, si me he
comido la pizza familiar yo solita.
Me dirigí al salón
y entonces se fue la luz, me quedé a oscuras en medio del salón, a
tientas caminé hacia la mesita, agarré una linterna y la encendí
en el momento en el que encendí la linterna vi un globo rojo
flotando delante de mi, mi sangre se heló ¿que hacia ese globo ahí?
¿quien lo había dejado ahí?. De pronto se oyó un ruido y la luz
volvió, miré a mi alrededor y no había nadie, ademas el globo
había desaparecido ¿que leches me pasa? Joder tengo visiones. En
ese instante oí unas pisadas en la planta de arriba, así que subí
y al llegar arriba se volvió a ir la luz.
-Kim: ¿Quien anda
ahí? Ey esto no tiene ninguna gracia.
Encendí la linterna
y avancé hacia delante, oí un portazo detrás de mi, me giré
rápidamente y vi que la puerta de mi habitación estaba cerrada, y
os juro que yo la dejé abierta, esto ya me esta dando muy mala
espina, caminé hacia mi habitación, agarré el pomo de la puerta y
abrí, al abrir vi una silueta justo delante de mi cama.
-Pennywise: Hola
Kim.
Enfoqué con la
linterna hacia la silueta y vi que era el estúpido payaso que había
visto en la calle, aquel payaso pelirrojo vestido con un traje
antiguo de color blanco o gris no se por que estaba muy oscuro.
-Kim: Tu no eres
real.
-Pennywise: Si que
lo soy.
-Kim: No, el
repartidor de pizzas no te vio.
-Pennywise: Los
mayores no me ven.
-Kim: Yo ya no soy
una niña.
-Pennywise: Pero aun
me ves, jeje y si que soy real, no soy producto de tu imaginación.
-Kim: No, tu no eres
real, no existes.
Cerré los ojos y al
abrirlos ahí seguía el payaso delante de mi, este comenzó a
avanzar hacia mi a paso lento, yo retrocedí y salí de la habitación
corriendo, bajé las escaleras tan rápido que tropecé y caí
golpeándome la espalda con los escalones, grité de dolor. Entonces
al mirar hacia arriba vi al payaso parado en las escaleras
observándome.
-Pennywise: Te has
echo daño ¿verdad?
Este soltó una
carcajada que me heló la sangre, yo rápidamente intenté levantarme
pero no pude, el payaso puso su pie sobre mi espalda y apretó
impidiendo que me pudiera levantar.
-Kim: Dejame.
-Pennywise:
¡No!-Gritó.
El payaso apretó
mas su pie pisando mi espalda, yo grité de dolor, este sonrió y
siguió apretando.
-Kim: Dejame en paz,
joder vete, ¡vete!-Grité con todas mis fuerzas.
No se que leches
pasó pero el payaso desapareció, respiré aliviada mirando a mi
alrededor, no había ni rastro de ese extraño payaso, suspiré de
nuevo aliviada, poco a poco me levanté del suelo y caminé como pude
hacia el sofá, me senté soltando un quejido de dolor, me había
echo bastante daño en la espalda.
Pasados unos minutos
me levanté del sofá lentamente y me dirigí a mi habitación, la
verdad es que subir las escaleras me costó bastante, pero logré
llegar a mi habitación, entré y me tumbé en la cama tapándome con
las mantas, suspiré y allí me quedé quieta mirando hacia el techo
¿que había sido eso? Era un payaso bastante grande y daba miedo,
mucho miedo, no se que es lo que quiere de mi, pero solo espero no
volver a encontrármelo nunca mas, quiero olvidar lo ocurrido, puede
que solo sea producto de mi imaginación, si esa es la respuesta mas
lógica, trataré de dormir y mañana será otra día y espero que
mejor que este.
Poco a poco me fui quedando dormida.
**Narrador Externo**
Mientras en la gran mansión abandonada, Pennywise acababa de llegar, se dejó caer sobre el sofá haciendo una gran nube de polvo al sentarse, este tosió y se quedó allí sentado mirando al frente.
**Narra Pennywise**
Esa estúpida niña, por un momento he dejado de sentir su miedo, pero no va a escapar tan fácilmente de mi, esa estúpida me ha visto y tengo que acabar con ella, nadie me ve y sale vivo para contarlo jajaja, acabaré con esa estúpida niña y me la comeré con mucho gusto, la verdad es que es un poco mayor que los niños que me suelo comer, pero se ve sabrosa ademas me encanta hacerla sentir mucho miedo.
Poco a poco me fui quedando dormida.
**Narrador Externo**
Mientras en la gran mansión abandonada, Pennywise acababa de llegar, se dejó caer sobre el sofá haciendo una gran nube de polvo al sentarse, este tosió y se quedó allí sentado mirando al frente.
**Narra Pennywise**
Esa estúpida niña, por un momento he dejado de sentir su miedo, pero no va a escapar tan fácilmente de mi, esa estúpida me ha visto y tengo que acabar con ella, nadie me ve y sale vivo para contarlo jajaja, acabaré con esa estúpida niña y me la comeré con mucho gusto, la verdad es que es un poco mayor que los niños que me suelo comer, pero se ve sabrosa ademas me encanta hacerla sentir mucho miedo.
Pronto te atraparé
dulce Kim. Solté una carcajada y me levanté de allí, caminé hacia
el pozo, bajé por el y caminé por las alcantarillas hacia la sala
donde tenia a todos esos estúpidos niños flotando.
Miré hacia arriba y la verdad es que aun tengo pocos, tss con esto no tendré para aguantar todo el tiempo que no pueda salir a cazar, así que tengo que atrapar a mas niños muchos mas.
Sonreí y salí de las alcantarillas, al salir a la calle vi que estaba todo desierto, normal si es media noche ¿que niño va a haber por la calle? Si los estúpidos nada mas oscurecer ya se van a sus casitas asustados, tss estúpidos niños llorones.
Bueno está claro que tendré que regresar y esconderme en la casa, mañana seguiré cazando.
Y eso fue lo que hice, volví a la mansión a la que todos temían jajj estúpidos, mira que tenerle miedo a una casa casi derruida, son imbéciles y por eso me encanta alimentarme de sus miedos, jajaj tienen demasiados miedos y eso a mi me encanta, me sacia.
Sonreí y entré a la mansión, me senté en el sofá y allí me quedé toda la noche aguardando a que amaneciera para poder cazar a mi próxima victima.
**Narrador externo**
A la mañana siguiente Kim se despertó bastante dolorida, se levantó como pudo, se dio una ducha se vistió, agarró su mochila y bajó a desayunar, al llegar al salón tiró la mochila sobre el sofá y se dirigió a la cocina, al llegar a la cocina desayunó, al acabar agarró su mochila y se dirigió hacia la puerta.
-Kim: ¿Mamá?
Su madre no respondió, seguramente aun seguiría en casa de su amiga, Kim estaba pensando en llamar a su madre pero prefirió no hacerlo ya que no quería molestar tan temprano puede que aun sigan durmiendo.
Así que la chica salió de casa, y se dirigió hacia el instituto, al legar a la gran mansión la miró y comenzó a pasar a paso ligero por delante, la chica sentía verdadero terror por esa casa, a mitad de camino se quedó paralizada.
Miré hacia arriba y la verdad es que aun tengo pocos, tss con esto no tendré para aguantar todo el tiempo que no pueda salir a cazar, así que tengo que atrapar a mas niños muchos mas.
Sonreí y salí de las alcantarillas, al salir a la calle vi que estaba todo desierto, normal si es media noche ¿que niño va a haber por la calle? Si los estúpidos nada mas oscurecer ya se van a sus casitas asustados, tss estúpidos niños llorones.
Bueno está claro que tendré que regresar y esconderme en la casa, mañana seguiré cazando.
Y eso fue lo que hice, volví a la mansión a la que todos temían jajj estúpidos, mira que tenerle miedo a una casa casi derruida, son imbéciles y por eso me encanta alimentarme de sus miedos, jajaj tienen demasiados miedos y eso a mi me encanta, me sacia.
Sonreí y entré a la mansión, me senté en el sofá y allí me quedé toda la noche aguardando a que amaneciera para poder cazar a mi próxima victima.
**Narrador externo**
A la mañana siguiente Kim se despertó bastante dolorida, se levantó como pudo, se dio una ducha se vistió, agarró su mochila y bajó a desayunar, al llegar al salón tiró la mochila sobre el sofá y se dirigió a la cocina, al llegar a la cocina desayunó, al acabar agarró su mochila y se dirigió hacia la puerta.
-Kim: ¿Mamá?
Su madre no respondió, seguramente aun seguiría en casa de su amiga, Kim estaba pensando en llamar a su madre pero prefirió no hacerlo ya que no quería molestar tan temprano puede que aun sigan durmiendo.
Así que la chica salió de casa, y se dirigió hacia el instituto, al legar a la gran mansión la miró y comenzó a pasar a paso ligero por delante, la chica sentía verdadero terror por esa casa, a mitad de camino se quedó paralizada.
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